Los caños de baile sensual, nos sirven para armar un arquito, y jugar un marcadita mete gol va al arco con la prostituta Húngara como arquera, mejor dicho, con la prostituta húngara como gran arquera, descolgando pelotas imposibles del ángulo superior izquierdo, ridiculizando nuestras apiladas heroicas.
Rebajamos el whisky con la nada misma, y envalentonados tiramos el penal a la tribuna, la hinchada a pesar de todo nos reconoce en nuestra miseria. El penal fuerte y al medio es gol, no lo entendemos, no nos interesa, preferimos picarla de rabona y trastabillar, golpearnos la jeta contra el piso, levantarnos e increpar al laiman.
Nos declaramos a favor de la invasión de zona, tocamos al arquero en el área chica, no solo lo tocamos, lo manipulamos psicológicamente, nos reímos de su condición de arquero.
Desconcertamos a nuestro rival haciendo tiempo cuando perdemos, cambiamos el silbato del árbitro por un saxofón, nuestra voz del estadio tiene catarro, nuestro arquero suplente alguna vez fue astronauta, y de wines tenemos a dos siameses.
Nuestro director técnico cuando se pone nervioso come Naranjú, y por ultimo, confiamos ciegamente en la odontología como la ciencia del futuro.
jueves, 30 de abril de 2009
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Una gennial declaración de principios
ResponderEliminar¡¡¡Muchachos uds van a llegar mas alto que el cohete de carlitos!!!
ResponderEliminarAgusto Rocamora -Ex promesa, cat. 74, como tercer arbitro-